Como sabes por tu trabajo, en la computación en la nube o cloud computing, todo lo que un sistema informático ofrece se presenta a modo de servicio, de manera que las empresas pueden simplemente contratar dichos servicios y centrarse en el negocio sin tener que tener avanzados conocimientos sobre informática. Hasta aquí bien, pero si te interesas en contratar este tipo de servicios no tardarás en encontrarte con términos como SaaS (Software as a Service), PaaS (Platform as a Service) o IaaS (Infrastructure as a Service). De ellos ya hemos hablado anteriormente, pero queremos aprovechar este artículo para hacer un repaso general que nunca viene mal. Antes de centrarnos en este último término sobre Infrastructure Service Provider, vamos a explicar brevemente en qué consisten los otros dos, ya que al fin y al cabo todos pertenecen al cloud computing y guardan bastante relación entre sí, pues los tres son soluciones actuales a las necesidades tecnológicas de las pyme.
Repasando conocimientos
En primer lugar, el SaaS o software como servicio, ofrece básicamente la posibilidad de disponer de una aplicación completa pero en forma de servicio, de manera que las empresas tienen acceso a algunas configuraciones y para acceder a dichas aplicaciones suele bastar con utilizar un navegador web. Para las empresas es una manera sencilla de acceder a programas y licencias sin necesidad de desembolsar grandes cantidades de dinero o tener amplios conocimientos sobre el tema.
Por otro lado el PaaS o Plataforma como servicio es donde los desarrolladores crean las aplicaciones ejecutadas en la nube, es decir, es el lugar en el que las aplicaciones son instaladas y se proporciona junto con una base de datos. La gran diferencia es que no se necesita instalar ningún tipo de herramienta y desde un navegador web se accede de una forma sencilla a la plataforma.
Ahora sí, el IaaS o Infraestructura como servicio consiste en la última capa del cloud computing y no es más que el servicio de servidores externos, pues la posesión de un servidor propio en la empresa supone una gran inversión económica, ya que requiere de un complejo sistema de cableado, refrigeración o espacio entre otros recursos. Por ello, al IaaS también se le conoce como el Hardware as a Service. Teniendo en cuenta que son muchas las empresas que buscan adaptarse a las tecnologías del siglo en el que vivimos, el uso del IaaS o del cloud computing en general son más que relevantes para el futuro de dichos negocios.
¿Cuáles son los beneficios del IaaS?
En cuestión de años el mundo de los negocios ha dado tal giro que no sorprende encontrar a miles de trabajadores con muchos años de experiencia formándose sobre este tipo de conceptos y gestiones empresariales. Cada vez son más las empresas que valoran los pros y contras de la nube y se asombran con la cantidad de beneficios que ésta ofrece
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Centrándonos en los beneficios del IaaS, cabe destacar el hecho de no tener que desembolsar una gran cantidad de dinero en la instalación y mantenimiento de un servidor propio cuando resulta mucho más conveniente pagar una cantidad cada mes y dejar que sea otra empresa de profesionales los que nos ofrezcan este servicio.
Además de los gastos que la infraestructura, el espacio físico o la refrigeración de un centro de datos suponen, ya no se necesita tener que dominar la informática más que a nivel de usuario y le permite a las pyme controlar y gestionar con una simple llamada telefónica la configuración de los servicios contratados. Esto significa que no se trata de un servicio estático, sino que los proveedores de infraestructuras permiten a los clientes incrementar o reducir las opciones de cómputo y almacenamiento a medida que el propio desarrollo del negocio lo requiera.
Por último, otra ventaja clave de estos servicios de infraestructuras es el hecho de disfrutar de total seguridad y no tener que preocuparse más por sistemas obsoletos, pues al tratarse de un servicio contratado siempre podrá actualizarse a la más alta tecnología en cuestión de horas y por precios más que razonables.
El hecho de ofrecer a las empresas un servicio seguro y manejado por profesionales que se encarguen de todo a un precio mucho menor del que supone contar con los propios medios es una gran ventaja. Como puedes ver este puede ser ese empujón tecnológico que muchas empresas necesitan para empezar a formar parte de la tecnología del siglo XXI.
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