Es frecuente que cuando nos planteamos cambiar algún tipo de recurso tecnológico en nuestro departamento TI lo primero que hagamos sea pensar en los beneficios que tendrá para nuestro trabajo. ¿Nos permitirá estar más tranquilos al saber que el proveedor se ocupará de la estabilidad y el funcionamiento? ¿Se producirán menos problemas y los procesos de configuración serán más rápidos? Todo eso es clave, pero que podamos ahorrar en presupuesto también es algo que nos preocupa. Sobre todo en aquellas empresas donde disponemos de un presupuesto cerrado para tecnología, nube, bases de datos y otros recursos, tener la opción de ahorrar dinero nos puede venir como anillo al dedo para llevar a nuestra empresa un paso más allá.
Eso nos lleva a que revisemos el cloud computing center y a que hagamos una comparación entre el centro de datos tradicional y el centro de datos en nube. ¿Qué es lo que nos aporta cada tipo de centro de datos en términos económicos y de posibles reducciones de gasto? Recordemos que el coste de un centro de datos se basa en el resultado que nos den tres datos determinados:
- Cuán grande debe ser el centro de datos. Lógicamente, el tamaño del centro de datos incide de manera directa sobre el coste que debemos afrontar.
- La localización en la cual se tiene que encontrar el centro de datos
- De qué se ocupará el sistema
¿Cuánto cuesta un centro de datos tradicional?
Los precios varían, pero tomamos una medida anual que se estima por uno de tamaño grande y que nos lleva a un coste de entre 10 y 25 millones de dólares. De este total un 58% se destina a las tareas de refrigeración y temperatura. También incluimos en este grupo los costes de mano de obra en su gestión, reparación y mantenimiento. Por su lado, un 42% se refiere al propio coste del software y el hardware. Los costes del networking también se suman en este porcentaje, así como los gastos derivados de tener la energía conectada de una manera permanente. El problema con este tipo de centro de datos es que la mayor parte de los costes se mantienen año tras año y no se pueden reducir de ninguna manera. Son gastos permanentes que existen por motivo de la presencia del centro de datos, por mucho que lo aprovechemos o que lo tengamos abandonado.
Y lo que ocurre es que nos estamos gastando dinero en cosas inútiles. Por ejemplo, muchas de las aplicaciones instaladas en estos centros de datos solo son usadas por unos pocos empleados de la empresa, otras solo se usan una o dos veces al año e incluso hay casos en los que las aplicaciones ya están desactualizadas y no cumplen con los estándares del mercado.
¿Y el precio de un centro de datos en nube?
Lo que a veces se olvida es que un centro de datos en nube no es un centro de datos tradicional que haya sido remodelado para convertirse en un sistema conectado
. No es como coger un sistema de ordenadores y conectarlo a Internet para acceso privado. Se trata de una tecnología distinta y no se puede convertir una estructura tradicional en una cloud por mucho que no entendamos que son cosas distintas. La creación de los centros en nube es independiente, no sufren las mismas limitaciones y se ocupan de cargar con las tareas de trabajo de una manera muy distinta.
Los costes cambian radicalmente debido a esto. En computing se invierte un 48% del coste completo, mientras que el enfriamiento ocupa solo el 20%. La tarea de mantenimiento del centro de datos cae a un 6% de los costes debido a la modificación que se realiza en su propia estructura interna de desarrollo. También es cierto que con los centros en nube se afrontan otros recursos que no están presentes en los tradicionales, como la incorporación de software exclusivo o la búsqueda de métodos de networking eficientes, pero en paralelo son costes muy inferiores a los de los servidores tradicionales.
Por este motivo es por el cual muchas empresas y especialistas TI han tomado la decisión de abandonar la estructura de servidores físicos como se estilaba en el pasado para pasar a los centros de datos en nube que les permiten ser más efectivos, gastar solo por lo que necesitan y acceder de una manera más flexible y dinámica a los datos y herramientas que tengan instalados.
Si te ha interesado el artículo, quizás también te interese este ebook gratuito: