El servidor es uno de los componentes más importantes de la infraestructura TI de una empresa, quizás el más importante. Dada la gran carga de trabajo que tendrá que procesar, es preciso que cuente con la potencia y capacidad suficientes para hacer frente al mismo. Memoria, procesamiento y almacenamiento deben ser lo suficientemente amplias para garantizar el buen funcionamiento del sistema.
Teniendo en cuenta la importancia de los servidores en los sistemas informáticos de cualquier organización, han de tomarse una serie de consideraciones de cara a la adquisición de estos componentes. Uno de los fabricantes más importantes del mundo, HP, indica que el acento debe ponerse en los siguientes puntos
La inversión
La capacidad y escalabilidad de los servidores son los factores que más afectan al coste de inversión a medio y largo plazo. Por tanto, al comprar un servidor, no solo debemos fijarnos en el precio de compra inicial, sino que deben calcularse de la manera más exhaustiva posible los costes a largo plazo. Para ello, es preciso fijarse en una serie de indicadores.
- Precio total del servidor: deben evaluarse las características estándar incluidas en el precio y anotar aquellos complementos –sean de hardware o de software– que haya que incorporar a fin de incluirlos en el presupuesto y así ajustarlo al máximo.
- Fiabilidad: en este punto ha de ponerse el acento en la capacidad del dispositivo para maximizar el tiempo operativo al mismo tiempo que se reducen los gastos de mantenimiento.
- Garantía: es mejor prevenir que curar. Una buena garantía asegura opciones prefalla que permiten hacer sustituciones de componentes sin afectar al funcionamiento del total de la infraestructura TI.
- Escalabilidad: capacidad de crecer lo suficientemente amplia como para satisfacer las necesidades de la empresa durante bastante tiempo.
Rendimiento
Cuando se habla del rendimiento de un servidor se hace referencia a la velocidad con la que puede recibir, procesar y emitir información al sistema para ejecutar las diferentes tareas que se realizan en el día a día de la empresa. Para que el rendimiento sea óptimo, todos los componentes (procesador, memoria, disco duro…) del servidor deben haber sido diseñados para funcionar juntos. Un símil como ejemplo: de nada vale tener una tarjeta gráfica muy potente si el monitor del PC no es capaz de reproducir dicha potencia.
Calidad y fiabilidad
A la hora de comprar un servidor, es muy importante asegurarse de que sus características sean sinónimo de fiabilidad. Es decir, debe poder estar operativo el máximo tiempo posible ya que el tiempo de inactividad es muy costoso y puede generar daños para la empresa: pérdida de información que obligaría a realizar operaciones de recuperación de datos. Un servidor a tener en cuenta será aquel capaz de avisar de la existencia de problemas antes de que estos problemas se conviertan en crisis. Es decir, evitar la parada del servicio por no identificar y dar cuenta de los posibles fallos del sistema.
Preguntas que debe formularse al comprar un servidor
A continuación presentamos una pequeña batería de preguntas que cualquier director TI debe realizarse antes de comprar un servidor nuevo para el servicio de red de la infraestructura TI de la empresa.
- ¿Cuál es el fin para el que se implementará la red de servicios? En función de las necesidades de la empresa se elegirán componentes con unas características determinadas y ajustadas a dichas necesidades.
- ¿Cuántos dispositivos o terminales estarán funcionando a lo largo del día conectados a la red? Para determinar la capacidad de procesamiento que necesito.
- ¿Cuál será la carga de trabajo que deberá asumir el servidor? Esta pregunta amplia la información de la anterior.
- ¿Qué previsión de crecimiento existe a un año vista? ¿A cinco años? ¿A diez? Siempre debe tenerse en cuenta la escalabilidad.
- ¿Existirán transformaciones en el sistema a medio o largo plazo?
Con todo, la implementación, mantenimiento y renovación de una infraestructura TI propia suele ser costosa y aún respondiéndose las preguntas planteadas es difícil ajustar sin que aparezca algún coste a mayores de los que se habían previsto. En ese sentido, la vía del outsourcing aparece como una alternativa interesante a comprar un servidor. Es una solución más ágil y menos costosa al delegar el mantenimiento y gestión de los componentes en una empresa que ya cuenta con los recursos específicos para tal fin y que además puede asumir los retos de escalabilidad que se planteen para el futuro.
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