La virtualización como seguro ante cambios
Al leer un artículo en el que se hablaba del desastre que se provocó en la estación espacial MIR cuando se decidió realizar una prueba de atraque manual, me he dado cuenta de los paralelismos evidentes con las plataformas tecnológicas de los clientes.
¿Cuántas veces una actualización de sistema ha provocado que al menos un elemento haya dejado de funcionar? ¿Cómo se afronta en tu empresa la actualización de algún software? ¿Qué hacer si un proceso de “upgrade” se queda a medias?…
Hasta hace unos años la respuesta a estas preguntas no era sencilla: O bien había que lanzar las actualizaciones y “rezar” para que todo fuera bien, o si el proceso se quedaba a medias y no había manera de dar marcha atrás a veces significaba tener que reinstalar todo desde cero y tirar de las copias de seguridad. En cualquier caso, una inversión tremenda de horas y trabajo así como pérdida de servicio en la empresa.
La teoría de que para este tipo de actualizaciones es necesario un entorno de desarrollo, otro de pruebas y otro de producción, es casi irrealizable dentro de la PYME.
Softwares tan complejos de actualizar como Exchange son el mejor ejemplo del tipo de situaciones que quiero describir. En mi trayectoria profesional he experimentado este tipo de problemas, pero afortunadamente, la planificación previa y la ejecución de las actualizaciones en entornos virtualizados, han permitido que los impactos en la productividad de la empresa sean mínimos.
A veces es complicado explicarle a una empresa que la virtualización no es solo un tema de costes; todavía muchas personas responsables de la informática en la empresa ven que es más barato comprar un servidor físico que no alquilar uno virtual porque el físico lo amortizan en uno o dos años, pero cometen el error de no contar con todos los gastos (eléctricos, de personal, de software, de renovación de garantías..) ni con todos los problemas derivados de no disponer de un método de seguridad denominado “snapshot” que permite revertir un sistema virtualizado al estado exacto en el que se encontraba antes de realizar alguna modificación.
Hoy en día, el que cualquier empresa pueda acceder a la nube en sus múltiples ubicaciones hace que las empresas no tengan que asumir riesgos innecesarios. No es sencillo, porque hay que decir qué se virtualiza y qué no, dónde y cómo, pero es una apuesta de futuro.
Y tu empresa ¿Ya está virtualizada? Si quieres contactar con nosotros para que analicemos tus necesidades y recomendarte la mejor opción para tu empresa, quedamos a tu disposición.