La inteligencia empresarial en la nube lleva ya casi una década en marcha y, junto con el cloud, se aprecia otro fenómeno, la externalización de TI. Las empresas que apuestan por estas dos modalidades de BI (en la nube y apoyándose en el outsourcing de expertise) son, sobre todo, las pequeñas y medianas empresas. Las corporaciones multinacionales y grandes grupos empresariales cuentan con sus propios sistemas de inteligencia empresarial on premise, sin perjuicio de apoyarse en el cloud para algunas áreas que requieren de una mayor flexibilidad y disponibilidad de los datos; y, pese a que es habitual la contratación de servicios de consultoría especializada, suelen contar con profesionales cualificados en el campo de la informática, la estadística o la minería de datos.
Sin embargo, en empresas de tamaño más reducido la realidad es que no se cuenta apenas con personal de TI para crear y apoyar el desarrollo software empresarial. Esta carencia de expertise se acompaña de la limitación del presupuesto a la hora de hacer inversiones en BI. Por estos motivos, plantearse su modelo de almacenamiento y análisis de datos en la nube parece la mejor opción. Y de este segmento proviene la mayor parte del éxito del cloud BI. Los beneficios de las nuevas formas de inteligencia empresarial no se limitan al análisis.
Inteligencia empresarial: ágil, rápida y accesible
La inteligencia empresarial en la nube conlleva importantes beneficios para el negocio, como:
– Accesibilidad.
– Escalabilidad.
– Minimización de costes (se paga por lo que se usa).
– Sencillez de uso.
Del alojamiento de datos en la nube se ha pasado al análisis de datos en entornos cloud. La nueva concepción de la inteligencia empresarial implica que esté disponible y sea accesible para todo el mundo. No es una simple cuestión de accesibilidad, que también (en especial en lo que respecta a la movilidad), sino que tiene mucho que ver con lograr que los sistemas sean fáciles de usar para la gestión empresarial.
La inteligencia empresarial no es un coto reservado a expertos en minería de datos, ni materia exclusiva de IT, sino que hoy día, cualquier usuario de negocio debe ser capaz de poder lanzar sus propias consultas y obtener la respuesta deseada de forma rápida. La meta es que cualquiera pueda convertirse en analista, para lo que hace falta disponer de herramientas simples y fáciles de usar, que no requieran de conocimientos técnicos especiales.
La tendencia hacia la simplicidad está ganando impulso y esta evolución es lógica, sobre todo, si se tiene en cuenta que en nuestro tiempo se necesita la analítica para cualquier puesto, de cualquier nivel o función. El acceso a inteligencia empresarial es tan necesario para la toma de decisiones de la Alta Dirección, como lo es para un encargado de área o un usuario de negocio. En este contexto, el autoservicio se exige en cualquier solución de BI, igual que la demanda de herramientas de visualización también va en aumento, dada su influencia decisiva a la hora de lograr este objetivo de democratización del conocimiento.
Inteligencia empresarial: en el centro de las operaciones
La interacción directa de los usuarios de negocio con los datos, tanto en entornos cloud como on premise, siempre que se dé en las condiciones de gobierno y seguridad adecuadas; tiene la ventaja de que es generadora de conocimiento.
Es cierto que, el fin de los nuevos sistemas y herramientas de inteligencia de negocio es llevar el dato allí donde es requerido, sin retrasos, sin errores y en las condiciones más puras posibles para facilitar la gestión empresarial. Pero, en el momento en que se alcanza esta meta, el beneficio es doble, ya que cuando los usuarios cuentan con información accionable tienen en su mano la llave para comenzar a generar valor. Es su perspectiva, su interpretación y su visión la que aporta ese valor añadido a los datos, convirtiéndolos en fuente de innovación, de mejora y de sostenibilidad para el negocio.
Pero, además, la inteligencia empresarial, ya sea en la nube o en un formato híbrido que la combine con opciones tradicionales de análisis y almacenamiento de datos, aporta muchas otras ventajas a las pequeñas y medianas empresas, como:
- La posibilidad de conocer mejor a sus clientes.
- La facilidad de analizar datos en línea.
- La oportunidad de predecir el futuro.
- El medio idóneo para poner en marcha iniciativas colaborativas.
- El abaratamiento de costes de back up o recuperación de archivos.
Las nuevas herramientas de inteligencia de negocio están diseñados para atender a las necesidades versátiles de clientes de diferentes industrias. Al estar concebidas para ser operadas en su totalidad por el usuario de negocio, pueden ajustarse fácilmente a muchos tipos de necesidades diferentes. Sólo hay que tener la precaución de asegurarse de que el software o la opción escogidas cubren las expectativas de la organización y son cómodos y sencillos de usar.
La inteligencia empresarial ya no es abrumadora ni complicada porque las herramientas adecuadas están al alcance de cualquiera, el acceso es sencillo y la interacción fluida. La información no deja de generarse ni los datos de llegar a la empresa y limitarse a almacenarlos o ignorarlos es poner límites al crecimiento futuro.
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