En el entorno del Elastic Cloud Computing, Amazon Web Services ha pensando en toda una infraestructura de trabajo donde se permite el incremento o la reducción de recursos de una empresa de una manera más sencilla y dinámica. La nube elástica, por tanto, siempre explotará al máximo el concepto de cómo se implementan recursos en pro de permitir una gran estabilidad del sistema.
Un sistema flexible en todos los sentidos
La razón de su triunfo se debe en gran medida a la virtualización que se da de los sistemas del servidor a través de su servicio EC2, donde cada máquina virtual creada se convierte en una instancia de trabajo, facilitando así la creación de nodos. Esto se ve reflejado en un fácil acceso de los datos desde cualquiera de las dependencias que forman parte de la infraestructura de trabajo.
Además, este tipo de estructura cuenta con una amplia capacidad de resistencia y acumulación de información. Así, su sistema de archivos y el proceso de montaje del mismo pueden permitir un servicio de 16 terabytes por EBS, que es un sistema de servicio al cual puede acceder cada instancia.
Esto, naturalmente, se ve reflejado en el precio, el cual se ha vuelto también flexible. El precio se establece en base al consumo de recursos y de acuerdo a las horas de actividad. Así, Amazon Web Services juega con una estrategia genial al permitir que sus clientes tengan una demanda del servicio aún más libre de las máquinas virtuales.
Dentro de otras de las garantías que se le dan a las instancias recaen sobre en el uso de servidores de terceros, permitiendo así una asociación del servicio prestado en relación a otras tecnologías proveedoras de cloud computing. Al tener todo este tipo de recursos informáticos, su punto a favor es la velocidad y la manera en cómo los datos son presentados en las pantallas de las máquinas virtuales.
La importancia de aprovechar los recursos
La elasticidad, en lo referente a la Infraestructura as a Service, está relacionada con la manera en cómo una empresa puede aprovechar las máquinas virtuales para ensanchar sus alcances corporativos y ampliar su gabinete de trabajo a través de un software operativo virtual que permite al usuario tener acceso a los servicios del servidor, tal como lo haría desde un ordenador tradicional.
Lo más interesante de este servicio de nube elástica que tiene Amazon Web Services es la oportunidad que tiene el cliente de adquirir una máquina virtual con una optimización de datos superior a la tradicional. Para esto es necesario observar la tabla de precios que tiene Amazon en relación a la implementación de un sistema de máquina virtual. Estos precios van desde los centavos hasta los miles de dólares por hora, dependiendo de los requerimientos de cada empresa.
Precios ajustados a cada caso
Por supuesto, resultará lógico que un precio tan reducido que se mida en centésimas de centavos de dólar sea un recurso para un cliente menos empresarial y que le dé un uso al sistema del cloud computing menos avanzado. Por ejemplo, para el servicio más económico, el precio por mes del uso de los recursos informáticos (en el caso de que se usaran las 24 horas del día sobre dicha máquina virtual) sería un promedio de hasta 5 dólares. Al año, el servicio sería por tanto de unos 60 dólares.
Para una empresa, mientras tanto, una sola hora de servicio puede tener un coste que esté alrededor de los 5.000 dólares. Lo que denota que solo en ese aspecto, se estaría hablando de una empresa con un capital mucho mayor para hacerle frente al pago del servicio del proveedor.
Es por esto que crear un entorno de trabajo aplicando las mejores tecnologías del servidor resulta totalmente flexible. Aumentar una carga de trabajo y actividad en el servidor por parte de una empresa que está madurando solo implica la escalabilidad de un sistema que ya está preparado para favorecer la flexibilidad de los precios.
Si a esto se le suma que el rendimiento de dicho sistema puede ser pagado a través del consumo por horas, entonces el panorama que ofrece no solamente se vuelve elástico en términos de recursos informáticos y evolución tecnológica, sino también en cuanto al bolsillo de las empresas y la flexibilidad en la compra de recursos.