Con la llegada del nuevo siglo llegó nueva tecnología con el fin de simplificar tanto como fuera posible el día a día en todo tipo de negocios. Desde procesos básicos como la comunicación
o el transporte hasta acciones comunes en las empresas como la gestión de órdenes de compra y venta, o la administración financiera, todo se vio potenciado por nuevos métodos.
La tecnología maduró en las empresas y se puede comprobar que uno de los principales responsables fue la nube.
Gracias a estos cambios radicales que hemos vivido en cuanto a servicios informáticos y tecnología aplicados a los negocios nuestro día a día en la oficina se ve simplificado. Como buen espacio virtual de almacenamiento, el entorno cloud permite colocar archivos e información en Internet para que así esté al alcance del usuario en todo momento.
No importa dónde estemos ni quién seamos, si tenemos los permisos adecuados podremos acceder a esos datos sensibles en el momento en el que los necesitemos. La nube evita molestias, tareas pesadas y sobre todo, nos permite olvidarnos del hardware físico y de los daños que podría sufrir éste en el pasado.
Surge la Plataforma como Servicio
Con los servicios de la nube llegaron también otra clase de servicios que se valen de ella para llevar a cabo todo tipo de procesos. Es así como se ha desarrollado el PaaS y muchos otros conceptos que se basan en el uso de la nube para permitir a desarrolladores y especialistas TI encontrar su espacio para disfrutar de la tecnología y los procesos simplificados. Alrededor de esta tecnología han ido apareciendo nuevas apps y software que hace que cada vez nos resulte más útil este tipo de servicio.
El proveedor de cloud con el que trabajamos es quien nos ofrece distintas herramientas para llevar a cabo el desarrollo de aplicaciones según nuestros deseos y necesidades
. La simplicidad juega un papel importante en esta plataforma de servicios, la cual posee distintos tipos y usos en base a las necesidades que podamos tener.
Cloud Computing: los distintos tipos de Nube
En este contexto, queremos aprovechar para hablaros sobre los distintos tipos de nube disponibles. Esta vez adoptaremos un tono especialmente simplificado para que podáis compartir las definiciones con aquellas personas de la empresa que todavía no conozcan el uso de cada tipo de nube.
Nube Pública
Este sistema de nube pública está basado en que los datos y la infraestructura están compartidos, controlados por un tercero ajeno a la organización que mantiene dentro de sus servidores la información de distintas empresas.
Por ejemplo, los datos e información de una empresa pueden estar almacenados en el mismo servidor que otra empresa haciendo que los usuarios jamás sepan que están compartiendo infraestructura. En este caso, el único que sabe lo que hay en el sistema en nube es el proveedor, que cumple, no obstante, con todos los compromisos de confidencialidad.
Por lo general el sistema de nube pública es usado para información de poca confidencialidad o importancia.
Nube privada
Aquí nos encontramos una nube diseñada bajo la premisa de garantizar alta confidencialidad, pues permite el manejo de datos de gran importancia y el control sobre los servidores, editando quien posee autorización para entrar a determinadas bases de datos o a servidores en el sistema.
La organización dedica el servidor a un único cliente, administrando permisos y bases de datos a lo largo del sistema. Las empresas eligen este sistema normalmente en base al carácter confidencial que pueda tener su información.
Nube híbrida
Esta nube mezcla lo mejor de ambas partes, de la nube privada y pública
, permitiendo que el control de ciertas áreas esté bajo el control del usuario o cliente. La otra parte se encuentra relativamente libre, por lo que el usuario tiende a determinar cuál es la información que busca compartir.
Esta nube se torna más compleja, dado que el usuario es el que controla qué información comparte y cuál puede ser pública. Actualmente esta nube está recomendada para aplicaciones simples o de baja complejidad, por lo que las compañías que administran datos de gran volumen no la suelen utilizar.
Nube comunitaria
Acabamos con una nube aún más pública que la nube pública, dado que las datos que gestiona sirven para un fin en común, un objeto comunitario como la seguridad
, el trabajo o las finanzas públicas, compartiendo datos que son de importancia común.
Gracias a los
distintos tipos de nube las empresas han cambiado, han introducido nuevas filosofías, métodos avanzados de trabajo y sistemas que les facilitan enormemente el trabajo.
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