Una empresa tiene una serie de necesidades de informática que van a depender de sus objetivos y de su forma de trabajar, por eso necesitan un contrato personalizado con una empresa proveedora de este tipo de servicios para conseguir el mejor resultado. Aunque las cláusulas van a depender de las necesidades de ambas partes, hay una serie de puntos que la mayoría tienen en común y de los que queremos hablar hoy para resolver dudas relacionadas con el contrato de mantenimiento informático, tanto para empresas contratantes como proveedoras.
¿De qué partes se compone un contrato de mantenimiento de informática?
Cuando una compañía tiene unas necesidades concretas para mantener al día sus equipos y solucionar cualquier problema que pueda surgir, suele recurrir a una empresa que le ofrezca estos servicios cuando sea necesario. Así, cuando se de alguna de las situaciones que se refleja en el contrato la empresa prestadora de servicios entrará a solucionar el percance por lo que se paga la cuota.
Como cualquier tipo de contrato de prestación de servicios, uno de mantenimiento de informática cuenta con varias cláusulas que desarrollan las partes que se tienen en cuenta al iniciar la colaboración. Cuantas más cláusulas contemple el contrato más supuestos entrarán a formar parte de la relación profesional y más fácil será solucionar posibles problemas. Estas son las más típicas:
- Duración del contrato: Se establece el tiempo por el que se mantendrá la colaboración, si es o no prorrogable y las causas de ruptura del contrato.
- Precio y forma de pago: Se especifica el monto a recibir por la empresa o profesional proveedores del servicio, cada cuanto se efectuará el pago y de qué forma (presencialmente, por transferencia, etc.)
- Confidencialidad: Es una parte muy importante, ya que muchas empresas cuentan con información susceptible de ser utilizada por terceras personas de forma poco adecuada. Así, aquí se incorporan posibles sanciones al revelado de información privada.
- Servicios prestados: Se especifican las actividades que entran dentro del contrato y que deben ser llevadas a cabo por la empresa proveedora en caso de que se den las situaciones descritas y a cambio de la compensación económica pactada.
- Comunicación entre las partes: Cuando se necesite entrar en contacto para resolver cualquier problema o situación, se debe especificar la forma en la que se hará.
- Días no laborables: Si una compañía sufre un problema de mantenimiento en días que no se consideran de trabajo, la prestación del servicio por parte del proveedor debe ser pactado.
Ventajas de contar con un contrato de mantenimiento informático
Está claro que ayuda a tener una solución rápida y de calidad en caso de que surja alguna de las situaciones descritas en el documento, pero además ayuda a solucionar posibles problemas de entendimiento en un futuro y a sentar las bases de la colaboración. El contrato debe estar redactado por un profesional que sepa enfocar las cláusulas de la mejor manera para que ambas partes queden satisfechas. De todas formas, en un futuro puede haber una ampliación de las labores, una disminución de la disposición de la empresa proveedora o incluso una rescisión, dependiendo de las necesidades y objetivos. La mayoría de las empresas que trabajan con sistemas digitales cuentan con un contrato de este tipo que ayuda a entender la base de la colaboración y la disponibilidad de la empresa prestadora del servicio.
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