Son muchas las ocasiones en las que los directores de una pyme piensan que la instalación de una nueva infraestructura TI no tendrá más gastos para su empresa una vez hecha la instalación. Esto es un error. La realidad es que dichos equipos informáticos necesitan de un mantenimiento y renovación para afrontar las nuevas exigencias y avances tecnológicos, además de para prevenir y hacer frente a posibles errores del sistema o accidentes.
No todas las compañías son conscientes de esta circunstancia y en muchas de ellas el
mantenimiento informático brilla por su ausencia. Resultado: equipos desfasados, lentos, software obsoleto, sistemas sobrecargados, etc.
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Algunos de los problemas más comunes que aparecen en las infraestructuras TI de una pyme son los siguientes:
- Los equipos son demasiado lentos. A mayor lentitud de los equipos, menor efectividad y productividad del trabajo diario.
- Los niveles de seguridad son muy bajos. En muchas ocasiones la lentitud del sistema se debe a que están accediendo al mismo agentes externos que lo están sobrecargando. Este puede ser el menor de los males. El hecho de que otros usuarios ajenos al sistema estén accediendo a él es una brecha de seguridad que debe ser corregida.
- Ineficacia del sistema. El sistema no permite que todos los elementos del mismo actúen a pleno rendimiento de forma simultánea.
- Presencia de software malicioso. El desconocimiento de factores técnicos relacionados con informática provoca que muchas veces no se detecte a tiempo la presencia de malware que esté afectando al sistema.
- Hardware problemático. Los equipos informáticos tienen una vida útil que debe ser tenida en cuenta. Muchos equipos están trabajando por más tiempo para el que están preparados. Además, muchos están sometidos a sobreesfuerzos diarios que aceleran su desgaste y acortan su vida útil.
De no llevar a cabo las medidas de
mantenimiento informático adecuadas, la infraestructura TI de la empresa podría correr una serie de riesgos que afectarían de un modo u otro al buen funcionamiento de la compañía.
Estos riesgos pueden ser de tipo económico. Por ejemplo, si el hardware del sistema TI se ve dañado por algún motivo, lo más probable es que haya que reemplazarlo por uno nuevo. Una inversión mucho mayor de la que normalmente se realizaría si se hubiese realizado un mantenimiento adecuado. Al mismo tiempo, un daño en el sistema lleva asociado una perdida de la productividad. El tiempo de reparación es tiempo perdido para trabajar. También sucede en muchos equipos que ya operan lentamente por sobreuso. Si la productividad disminuye, lo hace la competitividad y por tanto la capacidad de llegar a los clientes y a los clientes potenciales, poniendo en peligro la viabilidad de la compañía.
Por otro lado, si el sistema TI cae víctima de un software malicioso el acceso a programas y aplicaciones corre grave peligro. También podrían perderse datos al ser dañados por el malware. De no existir copias de respaldo, la situación puede ser calificada como crisis.
Entendida la importancia de realizar un
mantenimiento informático adecuado a la infraestructura TI de la empresa, es el momento de tomar medidas. La solución más efectiva es la contratación de una empresa especializada. Los expertos en mantenimiento elaboraran un protocolo de prevención y actuación frente a crisis del sistema y permitirán a la pyme poner el foco en sus actividades productivas.
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