¿NAS o SAN? Esa es la pregunta que muchas empresas han de responderse a la hora de configurar sus sistemas de almacenaje de datos en red. No es una decisión sencilla. Elegir uno u otro implica cambios notables en lo que se refiere a arquitectura de red, procesos y maneras de operar que se manifestarán a nivel de rendimiento, costes, escalabilidad y otras variables a tener en cuenta. El paso lógico, antes de nada, es analizar las necesidades de almacenamiento en cada departamento y en el conjunto de la compañía para optar por la opción que más conveniente.
Para poder hacer un análisis de las alternativas NAS y SAN es conveniente recordar qué son cada una de ellas y cómo funcionan.
- NAS (Network-attached storage). Se trata de un sistema de almacenaje dedicado a compartir la capacidad de almacenamiento de un servidor con diferentes terminales clientes a través de una red TCP/IP (es la más común) y utilizando un sistema operativo optimizado para acceder a los protocolos CIFS, FTP, TFTP y NFS.
- SAN (Storage Area Network). Es una red de área de almacenamiento integral. Este sistema utiliza una red de alta velocidad de canal de fibra, un equipo de interconexión dedicado y elementos de red.
A continuación haremos un breve repaso de los factores que debemos tener en cuenta para elegir una solución TI u otra. Atenderemos a los siguientes factores: capacidad, escalabilidad, rendimiento del sistema y costes asociados.
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Capacidad y escalabilidad del sistema
La capacidad de almacenaje del SAN crece muy deprisa y se puede ampliar de forma casi ilimitada. De cara a consolidar el almacenamiento y obtener un respuesta más rápida, el SAN es la mejor solución.
NAS es ideal para dotar de capacidad de almacenaje centralizado a dispositivos clientes en sistemas con una gran cantidad de datos. Su escalabilidad añade complejidad al sistema, ya que habría que incorporar un dispositivo NAS nuevo.
Conclusión: el SAN es más adecuado para empresas donde se trabaje con grandes volúmenes de información y el NAS se adapta mejor con compañías de menor tamaño con necesidades de almacenamiento reducidas.
Rendimiento de los sistema de almacenaje
SAN ofrece un mejor rendimiento que NAS. A diferencia del primero, NAS utiliza la misma LAN para todo el tráfico de datos de la organización y emplea protocolos más lentos, existiendo también un mayor consumo de procesamiento entre cliente y servidor. No es así en SAN, que al no utilizar la LAN corporativa, reduce los tiempos de respuesta del servidor. Si lo que se busca es un rendimiento mayor, la solución es el SAN.
Con todo, es preciso tener en cuenta otros factores, como unos costes más elevados, o la incapacidad de SAN para trabajar con sistemas operativos diferentes de manera simultánea.
Evaluación de costes del sistema
La solución SAN es mucho más cara que la solución NAS. Aún teniendo en cuenta las grandes ventajas de SAN (escalabilidad, rendimiento), su complejidad como sistema de almacenaje es mucho mayor y por lo tanto los costes de formación del personal son mayores que en el caso del sistema NAS. Además, los precios de esta última están bajando a gran velocidad en los últimos años, estando casi al alcance de los precios de usuario.
En definitiva, si lo que se busca es rendimiento y escalabilidad en los sistemas de almacenaje, la solución es SAN, sabiendo que los costes de adquisición y mantenimiento son mayores. Con todo, si lo que se busca es optimizar gastos y tener una solución asequible y que cumpla con los requisitos reales e la compañía, NAS puede ser una gran alternativa.
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