Tener una empresa supone estar al día en un montón de materias diferentes. Desde contabilidad, marketing hasta cuestiones legales, un CEO tiene que disponer de conocimientos en distintos sectores para aplicarlos al desarrollo de su actividad.
Una de las asignaturas pendientes de la mayoría de las empresas es la protección de datos, algo que cada vez está más regulado y que merece la pena que tengas en cuenta para la utilización de información relativa a tus clientes.
¿Qué es la Ley de Protección de Datos?
Es una normativa que tiene como objetivo la protección de datos de carácter personal, cuyo carácter divide en nivel bajo, medio y alto. Al primer nivel pertenecen, por ejemplo, los datos personales tales como nombres y apellidos y al más alto aquellos relativos a la vida sexual, violencia de género o creencias de cualquier tipo.
Las empresas utilizan de forma constante información relativa a sus clientes pero también a aquellos consumidores que son susceptibles de comprar sus productos, por eso esta normativa pretende sentar las bases de una buena utilización de estos datos y sanciona su uso indebido.
¿Cómo afecta la Ley de Protección de datos a las empresas?
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Todas las compañías tienen una serie de obligaciones para con los datos que utiliza, y de no cumplirlas podría someterse a una sanción de la Agencia de Protección de Datos, que dependerá de la gravedad del acto. Estas son las obligaciones de la empresa:
- Inscribir los ficheros en el Registro General de Protección de Datos para su posible seguimiento.
- Garantizar que los datos que posee la entidad son veraces y de calidad.
- La información relativa a las personas debe guardarse en secreto. Por lo tanto, las empresas deben poner en marcha mecanismos de seguridad para garantizarlo.
- Para su obtención, la empresa debe contar con el consentimiento de la persona y debe informar al usuario de su uso futuro.
- El ciudadano tiene derecho al acceso de sus datos, a rectificarlos, a cancelarlos y también a oponerse a su recogida.
¿Cuáles son los principales fallos en materia de protección de datos?
Algunas empresas, bien por desconocimiento o bien de forma deliberada, incumplen alguna de las premisas de las que hablábamos antes. Por ejemplo, es muy común que no se informe al usuario de la recogida de esta información o la compra de bases de datos por parte de algunas entidades, una práctica muy común que no es lícita, ya que el usuario no ha dado consentimiento para la venta de su información a otra empresa.
A veces, las empresas tampoco prestan atención a cuestiones de seguridad a la hora de almacenar y utilizar los datos, que podría provocar que terceras personas tengan acceso a ellos y los utilicen de forma fraudulenta. Es responsabilidad de la compañía poner en marcha los mecanismos de protección necesarios para evitar robos de información.
Consecuencias del incumplimiento de la normativa de protección de datos
El robo de información no solo supone un perjuicio para el propio usuario, sino también para la empresa, que podría ver cómo se atacan sus equipos o se afecta a su funcionamiento. Además, la Agencia de Protección de Datos aplica importantes sanciones, que van desde las faltas leves hasta los actos más graves. La cuantía económica de estos castigos puede ir desde los 900 a los 600.000 euros.
Cualquier usuario puede denunciar un uso indebido de los datos, por lo que la Agencia iniciaría una investigación para esclarecer los hechos y sancionar a la empresa si procede.
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