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En febrero de 2014 Matt Stopera, un periodista de Nueva York, se dejó su iPhone abandonado en un bar mientras bebía. El móvil fue robado y desapareció sin dejar rastro, así que Stopera compró un teléfono nuevo y se olvidó del asunto. Casi un año después, Stopera entró en su carpeta de fotografías y se encontró con una sorpresa: un montón de fotos de un hombre desconocido delante de un naranjo, que estaba seguro de no haber tomado nunca. La carpeta de fotografías estaba sincronizada a través de iCloud, una solución de computación en nube de Apple que permite compartir archivos entre diferentes dispositivos de la marca. Este servicio en la nube almacena los datos procedentes de hasta 10 dispositivos diferentes: ordenadores, iPads, móviles… permitiendo que se sincronicen a la vez en todos ellos. Por ejemplo, iCloud permite que el usuario suba fotografías con su iPhone y las vea en su iMac, o suba música a través de su MacBook para escucharla en un iPod. Las fotografías del desconocido no dejaban de aparecer. Desconcertado, Stopera se dirigió a una tienda de Apple, donde le explicaron que su móvil robado seguía conectado a su cuenta de iCloud. Lo que estaba viendo en su carpeta eran las fotos tomadas por el nuevo dueño de su móvil en China. La solución era tan sencilla como eliminar su antiguo móvil de los dispositivos conectados a su iCloud. Stopera tuiteó algunas de las fotos y publicó un artículo en Buzzfeed explicando el caso. El artículo se hizo viral a través de la red social china Weibo y sus usuarios consiguieron identificar el lugar de procedencia de las fotos: Meizhou, en la provincia de Guangdong. La historia acabó llegando hasta el sobrino del protagonista de las misteriosas fotografías, que se puso en contacto con los responsables de la red social Weibo. Un usuario de Weibo se ofreció a regalar un móvil nuevo al protagonista de las fotografías, Li Hongjun (que desconocía que había comprado un dispositivo robado), a condición de que Stopera y él se pusieran en contacto. Así que Stopera y Li se hicieron una cuenta en la red. Mientras tanto, la viralidad de la historia no paraba de crecer, alcanzando los 60 millones de visitas y miles de comentarios de usuarios de Weibo. Li invitó a Stopera a visitarle en su casa de Hongjun. El pasado 18 de marzo finalmente se produjo el encuentro entre los dos, con gran expectación de los medios locales. Así, la nube no solo permitió encontrar un móvil robado, sino que en el camino también convirtió a un neoyorquino anónimo en toda una celebridad en China.Post relacionados:
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