En los últimos tiempos hemos visto un incremento del uso de esta solución en empresas y particulares, y parece que las tendencias nos hacen pensar que seguiremos creciendo en este sentido. El cloud permite a los empleados de una empresa trabajar sin estar atados a la sede de esta, es decir, desde cualquier lugar y momento. Además, ahorra costes de adquisición e instalación de equipos o servidores locales y también de abastecimiento o almacenaje. También es más seguro y apuesta por el trabajo colaborativo, ya que varias personas pueden acceder a un mismo documento y modificarlo de forma sencilla.
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Las ventajas del cloud han dado a muchas compañías la oportunidad de mejorar mucho su trabajo, ahorrar costes y también abrir nuevas líneas de negocio, por eso hemos visto un incremento de su uso en los últimos meses. De hecho, según el quinto informe Global Cloud Index de Cisco, el tráfico en la nube mundial se va a multiplicar por cuatro en los próximos cinco años, hasta alcanzar los 8,6 zettabytes anuales a finales del año 2019.
Para que nos hagamos una idea, un zettabyte equivale a 1.000 millones de terabytes, o lo que es lo mismo, 1 billón de gigabytes. 10 zetabbytes dan la oportunidad de almacenar 144 billones de horas de música, 26 billones de horas de conferencias online o 1,2 billones de horas de vídeo en la más alta definición y en streaming. Son sin duda grandes cantidades que no hacen más que confirmar la importancia que están adquiriendo los servicios cloud entre usuarios de todo el mundo.
El almacenaje en la nube está sufriendo una tasa de crecimiento anual del 33%, una cifra muy positiva que no va a hacer más que aumentar. Sus ventajas, sus costes reducidos y sobre todo su versatilidad lo convierten en una solución más que efectiva para las empresas. Según la empresa encargada del informe, su crecimiento podría responder a diferentes necesidades de las empresas, como la necesidad de un mayor y mejor almacenamiento personal, el crecimiento del uso de los dispositivos móviles como forma de acceso a los documentos, la apuesta que están realizando entidades públicas por el cloud y la proliferación de conexiones más rápidas y del Internet de las cosas, que hace que las empresas incorporen nuevas formas de trabajar muy relacionadas con lo digital.
De hecho, se prevé que el cloud desbanque de forma progresiva a otras formas de trabajar en local, que no solo requieren de un mayor esfuerzo por parte de sus usuarios, sino que a la larga pueden ser más costosos y entrañar riesgos como la pérdida de datos o el acceso de personas no autorizadas a datos personales o importantes para un negocio.
Además, las tendencias no solo nos hablan del uso del cloud para particulares o empresas, sino también su implantación en los servicios públicos, como forma de mejora de la relación de la administración y los ciudadanos, sin duda un paso adelante en la gestión de los recursos públicos, que serán mucho más eficientes y menos costosos, además de garantizar un acceso de la sociedad a los recursos públicos que se ponen a su disposición de forma sencilla.
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