Reparación de ordenadores: cómo prevenir averías y desastres

El 75 % del presupuesto de TI de las empresas se destina al mantenimiento, actualización, renovación y/o reparación de ordenadores. Una avería mal gestionada puede llevar a grandes pérdidas económicas, pero también de tiempo y productividad. Por eso, buscar soluciones que nos protejan de grandes daños en caso de avería y llevar a cabo un buen mantenimiento es esencial para mantener controlado el presupuesto. Conviene saber que las averías más comunes son las que se derivan del propio desgaste mecánico de los equipos debido al uso. Este tipo de averías afectan a elementos como los discos duros, los lectores y grabadoras de CD, ventiladores, etc. En cambio, las averías que afectan únicamente a componentes electrónicos son más indefinidas e impredecibles. Estas incidencias pueden implicar a las tarjetas, el procesador, la placa base o la memoria RAM, entre otras.

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Cuándo llamar a un servicio de reparación de ordenadores

A la hora de protegernos frente a las averías, contar con un servicio técnico de confianza nos ahorrará muchos dolores de cabeza. Además de realizar un buen mantenimiento de los equipos para prevenir averías, existen una serie de señales de alarma que nos indican que es hora de llamar al servicio de reparación de ordenadores:

El ordenador va excesivamente lento. Este problema puede indicar que falta espacio en el disco duro o que el equipo ha sido infectado por un virus.
Problemas para encender o apagar el ordenador.
Problemas con la pantalla: en ocasiones el ordenador se enciende y apaga sin problemas, pero es la pantalla la que ha dejado de funcionar.
Los ventiladores hacen ruidos anormales (especialmente al arrancar el ordenador) o el equipo se calienta excesivamente. Este tipo de problemas son muy comunes.

Cómo prevenir averías y desastres

Aunque las averías derivadas del uso normal son hasta cierto punto inevitables, existen algunas medidas que podemos tomar para evitar que un desastre informático cause graves daños a la empresa. Una de las consecuencias más graves de las averías es la pérdida de datos. Por ello, conviene preguntarnos cómo están protegidos los datos de nuestra empresa y cómo podemos usar las nuevas herramientas para minimizar las consecuencias de una avería. Un ejemplo típico de este tipo de desastres es un incendio que afecta a los terminales de la empresa donde se almacenan los datos. Por suerte, existe una copia de seguridad almacenada en un servidor… pero este servidor se aloja en el mismo edificio y también se ve afectado por el incendio. La pérdida de información es irreparable y supone un coste muy elevado para la empresa, que tiene que paralizar su actividad. Una posible solución a este desastre sería contar con servidores duplicados en otra ubicación, pero esto supone un coste muy elevado. Otra alternativa más económica es prescindir de los servidores físicos, ya que en muchos casos ya no son imprescindibles. Una buena solución es alquilar un VPS o servidor virtual privado, que permite compartir una misma máquina remota con otros servidores al tiempo que mantiene su independencia y flexibilidad. Otra de las amenazas más comunes para nuestros equipos son los virus informáticos. Para prevenir que los equipos de empresa se infecten, es fundamental concienciar al personal sobre las precauciones a tomar a la hora de descargar programas y archivos adjuntos. También es fundamental contar con un buen programa antivirus y actualizarlo de manera periódica.

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