Los tiempos cambian para mejor y es curioso ver cómo, en pleno año 2016, la pregunta del encabezado de este artículo se puede responder de una manera muy distinta a 5 años atrás. Como directores TI nos hemos acostumbrado a buscar las mejores soluciones para nuestra empresa, que proporcionen un rendimiento adecuado y que, sobre todo, no produzcan errores o problemas que nos quiten el sueño. Imponemos la calidad y la seguridad al precio, algo que no nos afecta tan directamente y que sabemos que, en realidad, siempre debe ser secundario. Y actualmente sabemos que contar con software comercial de calidad no es tan mala idea como lo era tiempo atrás cuando estas soluciones que se proporcionaban no llegaban a los mínimos de calidad.
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Desarrollo a medida, la práctica más completa
El desarrollo de software a medida sigue siendo la opción para quienes se lo pueden permitir y no tienen esos problemas de presupuesto ajustado a los que estamos tan acostumbrados. En un mundo perfecto posiblemente contaríamos con los servicios de una empresa que, siguiendo instrucciones detalladas, se encargaría de dar forma a un software absolutamente único. Tan único que solo respondería a las necesidades que fuera a tener la empresa, ni más ni menos, sobre todo en una primera fase de contacto. Pero eso es algo que si bien resulta lo ideal, puede suponer una alta inversión económica.
Partiendo de esta filosofía el software a medida siempre está más optimizado, funciona mejor de manera invariable a la situación y permite que el equipo técnico aprenda todo lo que necesita a través de un sistema de seguimiento y formación. Por otro lado, el tiempo de desarrollo puede llegar a ser superior a la media dependiendo de cuáles sean los requisitos que se han implementado. En cualquier caso, aún con sus defectos el desarrollo a medida es una idea que las empresas que se lo pueden permitir no pueden dejar de pasar. Al tener cubiertos todos los frentes los técnicos se podrán relajar mucho más entre horas de trabajo.
Software comercial, siempre confiable
En el otro lado de la balanza está el software comercial, que ha mejorado en los últimos años de una manera sorprendente. Lo que en el pasado eran herramientas asépticas, en las que era difícil encontrar puntos en común con lo que se estaba buscando en realidad ha llegado a ser un amplio abanico de posibilidades en el cual es fácil confiar para encontrar aquello que se busca. Aunque aún falta un mayor volumen de optimizado entre lo que ofrece el software comercial y la necesidad técnica que tiene una empresa, se va rizando el rizo y las propuestas ya desarrolladas son tan flexibles que es muy tentador apoyarse en ellas.
Los beneficios están claros, dado que prácticamente no requieren ningún tipo de desarrollo y se pueden implementar en cuestión de muy poco tiempo. También requieren formación, quizá una más compleja que si el software se hubiera desarrollado desde cero. A nivel económico es más fácil encontrar una respuesta, dado que los precios están muy ajustados y es posible utilizar los presupuestos que la empresa haya proporcionado al departamento técnico sin tener que hacer sacrificios.
La mejor elección
Son distintos factores los que se tienen que valorar para llegar a tomar una decisión sobre cuál es la mejor opción en el departamento técnico de nuestra empresa. ¿Qué requisitos tenemos? ¿Una solución comercial puede resolver nuestra necesidad o tenemos en mente algo más complicado y exclusivo que requiera cierta dedicación desde la base? ¿Qué presupuesto nos han dado los altos cargos para que gestionemos esta iniciativa TI con éxito? ¿Nos podemos dar el lujo de esperar a que el desarrollo a medida termine o tenemos que tomar una decisión inmediata y trabajar alrededor de ella?
Estas respuestas llevarán a que sea viable saber cuál de las dos opciones tiene más puntos para decantarse por ella. En cualquier caso, las grandes empresas siempre deberían confiar en la creación a medida, mientras que el software comercial puede ser un muy buen punto de apoyo para negocios más pequeños. Cada una de las opciones tiene aspectos a favor y en contra que los convierten en sólidas alternativas que en el futuro continuarán rivalizando, sobre todo gracias a las mejoras que siguen recibiendo las soluciones comerciales.
