Cada día que pasa aprendemos más: nuevas estrategias de marketing, nuevas formas de conectar con la clientela, nuevas plataformas para aumentar la productividad y por supuesto, nuevas herramientas para prever eventualidades. Quizás no sean tan novedosas, pero lo cierto es que cobran importancia ante un aumento de la oferta y la competitividad en el mercado, lo que hace que toda empresa se prepare para estar a la par de su competencia o para superarla.
Aunque muchas compañías se centran solo en estrategias nuevas de producción, lo cierto es que con el valor que ha adquirido la información electrónica, hacer
copias de seguridad de nuestros archivos y prepararnos para una crisis con un continuity plan propio es primordial.
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¿Qué es el continuity plan?
También conocido como
plan de continuidad, es la forma en que toda empresa –y en especial las pymes multisede- deberían
prepararse para incidentes que pudiesen ocurrir en un futuro y que de una u otra forma amenazarían su funcionamiento.
Las compañías recurren a los planes de contingencia y de continuidad empresarial como un
método de seguridad para determinar con antelación cómo se volverá a tomar el control de la organización al mismo tiempo que se restauran las operaciones que se encuentren en estado crítico.
Problemas técnicos: un evento que podría ser catastrófico
Imaginemos que todo lo que tenemos en nuestros servidores esté comprometido de alguna manera. Un
nuevo virus informático, un troyano espía, un secuestro de información o hasta un incendio de los servidores podrían ocasionar una crisis para nuestra empresa, una crisis que podría paralizarlo todo.
Pero si tenemos un continuity plan podríamos actuar enseguida y
recuperar gran parte de nuestra funcionalidad en el menor tiempo posible.
5 motivos para armar un plan de continuidad
Resguardar nuestra seguridad y la de nuestros clientes: ante un ataque informático o una exposición de malware nuestra información puede verse comprometida, así como la base de datos que guardamos de nuestros clientes. Es nuestro deber invertir en mecanismos de seguridad TI que nos permitan
proteger a nuestra clientela y a nosotros mismos.
Guardar secretos empresariales: pensemos en la fórmula de Coca-Cola ¿qué pasaría si alguien pudiera acceder a ella? Quizás esto no represente una crisis sin precedentes, pero sin duda le ocasionaría pérdidas monetarias. Resguardar la confidencialidad de los procesos industriales o métodos de venta es importante. Si implementamos defensas independientes como método de seguridad TI, aumentamos las probabilidades de que nadie -más que nosotros- se acerque a nuestros secretos.
Puede representar un ahorro: es probable que en nuestro plan tengamos previstos algunos métodos de producción o de comunicación que nos permita seguir en pie, pero esos métodos también podrían convertirse en opciones de ahorro (por ejemplo, podríamos cambiar un método de producción por uno más económico).
Es una ventajas sobre la competencia: si se trata de un evento a gran escala, puede que otras compañías resulten afectadas. Pero si estamos preparados podríamos seguir en pie a diferencia de nuestra competencia. Perdemos poco: no toda catástrofe es evitable, pero sin duda
tener un plan de continuidad minimizará el daño ocasionado.
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